jueves, 17 de noviembre de 2016

La balanza de la revolución

Revolución en la RAE:
1. f. Acción y efecto de revolver o revolverse.
2. f. Cambio profundo, generalmente violento, en las estructuras políticas y socioeconómicas de una comunidad nacional.
3. f. Levantamiento o sublevación popular.
4. f. Cambio rápido y profundo en cualquier cosa.

Teniendo en cuenta estas definiciones de la DRAE, se entiende la revolución principalmente como un cambio frente a algo que nos incomoda o no estamos de acuerdo, una revuelta proveniente de la disconformidad.

También se hace hincapié en que es una sublevación popular, es decir, la revolución no la puede llevar una sola persona, y tampoco tenemos que esperar a alguien para que aparezca un cambio. Esto último me recuerda a la película V de vendetta, que, aunque sí, él desencadena una revolución, la moraleja de la historia es que necesitamos a V para conseguir el cambio y que, sin él, no se hubiera conseguido nada. La revolución no consta de un héroe, consta de varios, y la mayoría anónimos.

Cuando hablamos de revolución, caemos en el error de que empieza en un determinado momento y termina en el comienzo de la paz. Cuando realmente siempre estamos en constante revolución, nunca llegaremos a estar conformes con lo establecido. Lo que sí podríamos considerar es que en momentos de la historia hay más momentos de conformismo. ¿Pero realmente es conformismo? Opino que no, no sólo porque sea una falta de respeto decir que una obrera explotada no está luchando por sí misma, sino también porque realmente no es conformismo, sino miedo. Un miedo por nuestra propia seguridad o por nuestros seres queridos. Lo he dicho varias veces, la paz no existe, estamos en continua guerra, la paz, es el miedo a la guerra. Habrá paz, mientras la gente tenga miedo.

Para enfrentarnos a nuestros miedos, debemos tener valor. Y no hablamos de ser valiente, sino de tener que ser valiente. Porque cuando la sociedad te mantiene jodida, solo nos queda serlo, eso o caer. Que nos obliguen a tener valor es violencia.

Para mí, un acto revolucionario, consiste en hacer un sacrificio individual, por un bien social. ¿Cuánto estamos dispuestas a sacrificar por los demás? ¿Estamos dispuestas a sufrir por algo que no vamos a disfrutar?

Pensemos en aquellos “derechos”, entre muchas comillas, que hemos conseguido. ¿Alguno se ha conseguido sin hacer sacrificios? Pocos o ninguno. ¿Y los “avances”? ¿Qué hemos conseguido? Pocos o ninguno, aquellos avances sólo han sido o bien porque al opresor no le suponía nada dárnoslo o porque realmente se beneficia de ello.

Yo mismo tengo miedo a rebelarme, pero sí es verdad, que cuando miro hacia atrás, a aquellas personas LGBT que no tuvieron miedo de besarse o darse la mano en público. A esas personas que han apalizado o asesinado, por ser quienes son. Me dan coraje y valor para seguir luchando. Les debo mucho por su sacrificio, y la única manera que veo para agradecérselo es seguir luchando.

Al opresor, no le interesa que tomemos consciencia política, y trata de hacernos creer siempre que estamos mejor que antes, nos dice que nos conformemos, que quizás podría estar mejor, pero que ya, con el tiempo todo cambiará sólo. Que no hace falta luchar. Y el opresor/sistema lo consigue, ¿cómo? Sobreexplotándonos con consciencias individuales, diciéndonos que seamos realistas, y que lo que proponemos es una utopía.

Por el momento, el opresor va ganando adeptas alienadas, personas individualistas que sólo se preocupan por sí mismas, aislándoles de cualquier conciencia colectiva. Y lo peor de todo es que lo sabemos, y usamos la excusa de: “si nadie hace algo por mí, ¿por qué iba hacer algo yo por los demás?”.

Yo no quiero haceros pensar que en la revolución no nos traerá sufrimiento, sufriremos, y mucho, pero eso sí, Los beneficios que conseguiremos a nivel social, serán mayores.


Como conclusión quiero llegar a que cuando hacemos un acto revolucionario hacemos un balance daños entre nuestra conciencia individual y la colectiva. Y al igual que hay que ser conscientes de que podría ser una locura sacrificarse totalmente por una causa, también lo es dejar el peso en el lado individualista de la balanza hasta el punto de que no solo nos estanquemos, sino que vayamos hacia atrás.

lunes, 7 de noviembre de 2016

El monstruo del armario que huyó hacia la despensa

Hoy vamos a hablar del armario, el armario es un concepto que se usa generalmente en el colectivo LGBT como un sitio seguro en donde nos escondemos para no enfrentarnos en la realidad.
Uno de los problemas que tiene el famoso armario es que mucha gente entiende que del armario se sale una vez, es mítica la escena de película en la que se hace un brindis para decir que eres LGBT delante de tus compañeres, familia o amigues. Y que eso solo va a ocurrir esa vez, y lo cierto es que ocurre día tras día. Es casi imposible estar totalmente fuera del armario con todo el mundo, porque la heteronorma ataca siempre desde todos los ángulos y presupone que todes somos heterosexuales.
No existe un letrero encima de la cabeza de la gente donde describa la orientación ni el género de la gente, por lo tanto, nadie sabe desde un principio cual es la orientación sexual de cada persona, así que se presupone que lo normal, y entendible es que somos cishet.
Es muy normal, escuchar a muches LGBT que elles no están en armario, porque no lo ocultan, simplemente dicen que no lo van recordando, y pienso que esto mayoritariamente es un miedo interiorizado a no ser aceptado por los demás. Ocultamos la verdad cada día, para poder ser aceptados. Estar en el armario no se decide, lo estamos todes, es una imposición social desde la heteronorma.
Cuando no mientes, pero tampoco dices la verdad, sigues estando en el armario, porque las personas que no lo saben presuponen que eres hetero, y te van a tratar como tal. Poniéndome como ejemplo a mí mismo, cuando estaba con mis amigos hetero y contaban chistes homófobos yo ni mentía ni decía la verdad. Aceptaba esos insultos y no me revelaba, por miedo a que se descubriese que yo era ese chiste. Desde que salí del armario con ellos, no he vuelto a escuchar ninguno, saben interiormente que están haciendo mal, ¿Qué ocurre? ¿Qué antes no lo sabían? Sí, lo sabían, pero estaba en el armario y me trataban como hetero, alguien con el que podían confiar para hacer chistes homófobos. Yo al salir del armario, el trato cambió.
Hay veces que, por culpa de esto, tengo que decidir, en mi entorno social si salir del armario o no. ¿Escuchar estos chistes o no? Si declaro que soy gay, no volverán a soltar homofobia, ¿pero es por no faltarme el respeto? No. No lo hacen debido a que saben que hacen mal y cuando no esté en ese círculo social, soltarán homofobadas a mi espalda. A veces salir del armario, irónicamente, te mete en una mentira. En una ilusión de que tu entorno social no es homófobo.

Por lo tanto, salir del armario, no es salir al exterior, a veces es salir del armario para meterte en la despensa. Sales de una mentira, para que tu entorno te haga creer que estás en otra.

jueves, 3 de noviembre de 2016

Quiero ser invisible

Reflexionado sobre la visibilidad LGBT, he llegado a una conclusión que puede llegar a ser controvertida si no se entiende bien, y es que, creo que se cae en el error en que la heterosexualidad tiene total visibilidad.
Es cierto, que la heterosexualidad acapara todos los medios, ¿pero realmente es esto visibilidad? Pienso que no, realmente lo que ocurre es que la heterosexualidad está normalizada. La heterosexualidad realmente es lo más invisible para nuestros ojos, tenemos tan interiorizada la heteronorma, que toda muestra de heterosexualidad pasa inadvertida. No solo a ver como cotidiano que un hombre y una mujer se besen en medio de la plaza de Callao, sino también aquellas actitudes que se presentan, por ejemplo, en el lenguaje, aunque éste sea sin motivo de homofobia directa.
LGBT, siempre ha luchado por la propia visibilización, y pienso que hemos caído en un error, que realmente lo que habría que hacer es visibilizar la heterosexualidad, me explico.
Debemos alejarnos de que la heterosexualidad es un hombre con una mujer, ya que caemos en individualismos que carecen de carga política. Realmente la heterosexualidad es una posición dentro de una estructura de poder. La heteronorma es una herramienta de opresión para oprimir a la mujer, por ello, el patriarcado utiliza sus medios para que tode aquel que se salga de la heteronorma, esté en una posición de poder desfavorecida.
Cuando digo que hay que visibilizar la heterosexualidad, no me refiero a que en los medios salgan hombres relacionándose con mujeres, sino a visibilizar a los agresores, y no a las víctimas.
Agradezco, de alguna manera, que en los medios cada vez seamos más visibles. Pero también, hay que evitar que seamos visibilizados de una forma forzada, es decir, deberíamos salir en los medios de forma cotidiana y no como una excepción.
Cuando salimos en una serie o anuncio, solemos salir como una excepción, somos esa cosa rara que llama la atención, para conseguir más audiencia o transformar nuestra rebelión en una fiesta capitalista. En la que el día 28 de junio ya no significa nada, porque por conveniencia del mercado deba celebrarse el sábado que mejor convenga al consumo.
Me alegra que cada vez se vean más parejas del mismo género, pero opino que nuestra lucha no debe centrarse en la visibilidad, si no en visibilizar la agresión, y aquellos comportamientos que al estar tan interiorizados se nos pasan por alto.

Cuando pienso en todo esto, lo que quiero realmente, es ser invisible, que cuando esté con otro chico haciendo lo que nos venga en gana, no llamemos la atención más de lo que lo hacen los heteros.

viernes, 1 de abril de 2016

Muriendo el presente

Morir, una palabra que asusta, el fin de la vida, el decir adiós a tus seres queridos que no van a volver… En nuestra cultura la muerte se le ve siempre como algo negativo, voy a intentar darle la vuelta a la tortilla.
Para empezar, la muerte es el fin de la vida, durante nuestra historia humana, hemos creado religiones, que defienden que después hay una postvida. Por ello, los religiosos, se apegan a que no tienen miedo a morir, porque saben que les espera un cielo, o se reencarnarán en otro animal.
¿Es esto ser valiente ante la muerte? Por supuesto que no, es un acto de cobardía, un parche, hacernos creer que hay algo tras la muerte, es decirnos que el tiempo no se va a acabar, que, de alguna manera, tendremos tiempo después.
La vida, no es más que tiempo que nos han ofrecido, aunque también en nuestra cultura, se le da un valor positivo a la vida, ese regalo que nos han dado, ¿es tan valioso cómo dicen? ¿Cuándo decimos que hay una buena calidad de vida? Cuando somos felices, cuando hemos vivido sin problemas a los que enfrentarnos. Si viésemos la vida como un libro, una vida feliz, sería un libro muy aburrido. Naces, estudias, te emparejas, trabajas, te jubilas y mueres. ¿Quién querría un libro así? Una vida corriente, sin ningún tipo de problema, que todo salga bien.
Casualmente, pienso, que esto es lo mismo que nos vende el sistema, una vida feliz, para ocultar las tristezas de alrededor. Si te quejas, no tendrás tiempo para estudiar, y encontrar un buen trabajo, y si sigues quejándote, luchando por tus derechos o aliándonos con los de otros, perderás el tiempo.
Básicamente, el sistema nos dice, que tengamos una vida poco interesante, que es mucho mejor pasar desapercibido.
En cambio, pensemos en nuestro libro o película favorita, ¿Qué le ocurre a nuestre protagonista? Da igual, si es un final feliz, o triste, esa protagonista se enfrenta a algún problema, siempre. Y cuanto el problema es más complejo de resolver es más interesante ese libro. Pues, lo mismo, opino que la calidad de vida, no es que tengamos pocos problemas que resolver, sino al contrario, los problemas hacen que tengamos vidas interesantes.
Quizás, haya personas, que hayan nacido en una familia privilegiada, y que no se van a enfrentar a nada en la vida, pero, los problemas puedes buscarlos. Puedes ayudar a aquellas personas que sí tienen problemas desde tu privilegio, y ser aliade de aquellos que no los tienen.
Entonces, si la vida, es más interesante, cuantos más problemas tienes, ¿Qué es lo que podría ser interesante en la muerte, si es el fin de ésta?
La muerte, es la solución de todos los problemas de la vida, hayas cumplido o no tus objetivos, en la vida, ahí acaba todo. ¿Es triste? En absoluto, la muerte será mejor cuantos más problemas te has buscado en la vida. Volvamos al ejemplo del libro. Cuando muere nuestro personaje favorito, ¿qué es lo que nos hace sentir esa serie de emociones después de la muerte? Lo que ha hecho en vida, haya conseguido o no sus objetivos, si esa persona ha muerto luchando por aquello que quiere, la calidad de esa muerte nos es más impactante, nos sentimos más interesados que por alguien que haya muerto viviendo sin problemas.
Todes morimos, es así, no podemos escapar, por mucho que cuides tu salud. Lo que a muchos nos preocupa es morir pronto, morir sin haber hecho lo que hemos querido. Y chiques, el objetivo de toda lucha, es lo de menos, lo que es importante es el recorrido que has trazado en ella. Porque siempre lo va a poder continuar otre, otre, que puede que sí cumpla tu objetivo cumplido, de alguna manera, si has luchado por lo que has querido y esa otra persona cumple el objetivo, habrá cumplido también el tuyo.
Buda, dijo, que vivimos sin saber que vamos a morir y morimos sin saber que hemos vivido. Por ello, yo siempre he defendido que no estamos viviendo, estamos muriéndonos, no nos acercamos a la vida, nos acercamos a la muerte, puede llegar hoy, mañana, dentro de unos años, pero llega. Te pido que luches, por aquello que quieres, ahora, para que no te importe cuando vas a morir, tu recorrido lo podrá seguir otra persona, por lo que no te preocupes, que tu objetivo se cumplirá.
Achacamos que la persona que “vive en el pasado”, es una persona triste, arraigada en problemas que ya no deberían tener importancia, decimos que la persona que “vive en el futuro”, es una persona con ansiedad, que se preocupa mucho por lo que vaya a pasar, y defendemos que lo ideal es “vivir el presente”. Pues yo, no estoy de acuerdo con ninguna de las tres. Uso una cuarta, muero el presente, me muero por cada segundo que pasa y esto por duro que parezca, no debería preocuparnos si estamos luchando por lo que queremos.

Un saludo, y gracias por leer.

viernes, 18 de marzo de 2016

¿Marica=cobarde?

Cansado de que usen la palabra maricón y mariquita si no forman parte del colectivo, aunque no lo hagan con ánimos de ofender, tienen raíces homofóbicas y misóginas.
No podéis excusaros diciendo que nosotres lo usamos, y que, por ello, está aceptado, nosotres lo usamos para crear una armadura, para que cuando lo uséis vosotros no haga daño.
La raíz homofóbica, es bastante clara, ¿pero y su raíz misógina? También no es difícil de encontrar, se asocia a que, si eres hombre homosexual, te pareces más a una mujer, y por lo tanto lleva unos prejuicios: Sensibles, nos cuidamos más, cobardes… Como siempre, LGTBfobia y Machismo van de la mano.
Pero, sobre todo, me quiero centrar ahora, en su uso como sinónimo de cobarde, y para mí, es totalmente al revés, cualquier persona dentro del colectivo LGTB es mucho más valiente que cualquier hetero.
  1. No tenemos miedo a ser quienes somos
  2. Aunque juzguen el amor a las personas que queremos, y nos señalen luchamos por ese amor.
  3. Hemos luchado, y seguimos luchando por nuestros derechos, es más, lo vamos consiguiendo, gracias a dar la cara. ¿Eso es ser cobarde?
  4. Tenemos que enfrentarnos a un mundo heteronormativo, nadie juzga a los heteros, por ser heteros.
  5. Nos enfrentarnos a salir del armario, porque no sabemos cómo van a reaccionar personas que queremos.
  6. Aun así, damos la cara, y nos enfrentamos a quienes no aceptan nuestra orientación sexual y género, perdemos “seres queridos” por descubrir quiénes somos
  7. Y aunque algunos lo “toleren”, te hacen un trato distinto, por mucho que antes os llevaseis bien. Te hacen preguntas absurdas, que no tienes ni porque contestar.
  8. ¿Señalas un comentario homófobo? Te dirán que exageras, que ellos lo “respetan”, pero seguirán diciendo marica.
  9. Nos tenemos que enfrentar a la vida cotidiana de una forma más dura, por todo lo dicho anteriormente.

Antes de atreverte a llamarnos cobardes piensa en esta lista, antes de usar la palabra maricón, o mariquita, piensa en esto. Los heteros no saben una mierda por lo que pasamos, se piensa que como nos ampara la ley, ya está todo hecho, y todavía falta mucho por hacer.


viernes, 9 de octubre de 2015

La pedagogía del diferente

En un anterior artículo de mi blog, hablé del valor de la persona, éste que estás leyendo ahora, podría ser una continuación de ese, aquí me centraré en como fomentar ese valor personal.
Como futuro educador que soy, debo pensar cuál es la mejor manera de que mis educandos se encuentren consigo mismos. En el primer artículo, hablé del valor de la persona, ahora toca como llegar a ese punto.
Podríamos decir que hay dos grandes maneras de “desarrollar” la mente del ser humano:
Una, es hacerla crecer como una unidad, como un grupo de individuos que comparte la misma vida, un mismo objetivo en común, que podría ser el bien de unidad como grupo. Aquí se busca que todos los miembros del mismo grupo, puedan llegar a algo en conjunto, como un circuito del que no te puedes salir, si lo haces, te expulsan del circuito. No hay ningún tipo de originalidad, las materias que se imparten están impuestas por alguien que, bajo su soberanía, cree que es lo mejor para ellos y que son materias básicas, que uno debe aprender en la vida, como un conjunto de asignaturas que se creen necesarias para la existencia con el mundo que nos rodea. Al final, esta forma de ver las cosas, está fuera de lo que llamamos desarrollo, pues aquí, a la persona se le somete a llevar un camino que puede que no sea el suyo, es más, seguro que es así. Pues, la aleatoriedad de las personas se limita a un solo camino.
La otra forma, totalmente opuesta, es quitar toda imposición, aquí el educador tiene el rol de guía y trata de sacar de dudas a sus educandos, haciendo que ellos puedan sacar conclusiones de sí mismos. Por lo tanto, desde el primer momento el niño elige que desea hacer.  Por ello, estoy a favor de las escuelas en las que se juntan niños de todas las edades en la misma aula.  Además, no estoy a favor, de que deba haber una edad para aprender tal cosa, cada uno tenemos nuestra forma de aceptar los cambios. ¿Por qué debemos aprender a los seis años a escribir? ¿Quién dijo que esa era la edad ideal? ¿Quién dijo que la tabla de multiplicar se debe aprender a los siete? ¿Por qué las ecuaciones deben aprenderse durante los doce años? Creo que esta manera de poner edades a las materias, limita a los alumnos, tanto para lo pronto como para lo lejano.  Cada persona es diferente, por lo tanto, no todos tenemos necesidad de aprender lo mismo. Estoy de acuerdo con que hay varios conocimientos que son necesarios para la vida, pero no, con que esos conocimientos deban darse a x edad, simplemente hay que esperar a que ese alumno necesite ese saber, para seguir avanzando. Si obligamos a alguien a estudiar determinada materia sin ser su momento, podemos causar que matemos su curiosidad y por lo tanto que odie la escuela.
Estas dos visiones pueden mezclarse, pero, aun así, me decanto mucho más por la segunda, ya que crea personas responsables, con capacidad de elegir, y por lo tanto más únicas e irrepetibles. Alguien podría argumentar que, si otorgamos el peso a una educación más individual, se podrían causar más diferencias, y por lo tanto más discriminación. Y esto no es así, sino al contrario, la primera forma es la que fomenta la discriminación, ya que el que se vaya de ese circuito será objeto de burla o expulsado de ese método, como alguien inútil. Y no es así, el racismo, por ejemplo, como ya he dicho muchas veces, no es ilógico porque seamos todos iguales, sino porque somos todos diferentes.
Además, si creamos mentes diferentes, podemos crear una mayor inteligencia colectiva, pues podemos expandirnos más y no nos encerramos en un fanatismo absurdo. Y es que, con personas diferentes, se aprende mucho más que con personas similares. ¿No ocurre que cuando viajamos aprendemos muchísimo en poco tiempo? Simplemente porque aprendemos lo diferente, lo desconocido. Aprender lo que ya sabemos no tiene sentido.

viernes, 12 de junio de 2015

El abandono del yo


Las drogas son sustancias químicas que tienen efectos biológicos conocidos en humanos o animales, excluyendo alimentos (según wikipedia).
Para centrarnos en el tema, voy hablar de drogas que no se usan con fines medicinales.
Para empezar, estoy a favor de la legalización de todas las drogas, las drogas están en nuestro medio, y posiblemente, consumirlas sea un acto natural. Lo que conseguimos prohibiendo las drogas, es crear mafias que se aprovechan de ello, vendiendo estas sustancias para enriquecerse. Si fuera legal, estas mafias desaparecerían. Es posible que se creasen empresas para vender estos productos, pero al menos, estarían regulados (aunque pienso que la mejor opción es que cada uno plantase lo que quiera consumir).
La ilegalidad no detiene que las personas se droguen, cualquiera puede conseguir droga legal o ilegal con poco esfuerzo. El decir, “no a las drogas”, viene por la decisión personal de cada uno. Por ello, si queremos reducir el consumo de drogas la mejor opción es la educación y una buena información de éstas, y por el otro lado la legalidad no hace que las personas se droguen, en mi caso personal, yo decidí no tomar alcohol y no está en mis planes que esto cambie.
Entiendo, aunque no comparto, que las personas quieran ver otra forma de ver las cosas y usen las drogas para ello. El consumo debe ser una elección, pero en muchos casos este acto deja de ser voluntario pues muchos acaban en la adicción, y aunque quieran dejarlo, vuelven a consumir. Por lo tanto, conocer ese mundo ficticio, puede hacer que te separes del mundo físico, y no solo eso, también de tu yo real.
Esto lo digo dado que una persona que ha tomado una droga no solo abandona el mundo que le rodea, sino también, así mismo. He visto casos en el que una persona no puede bailar en una discoteca sin haber bebido antes una copa, es decir, necesita su “yo+alcohol”, para hacer una acción que desea. Por lo tanto, debe transformar su personalidad, su yo. A esas personas les digo: “Tú no has conseguido bailar, lo ha hecho tu “yo+alcohol” sin ello no podrías haber realizado esa acción, no has sido tú quien a conocido a esa persona, ha sido tu “yo+alcohol” por la razón que ella no te a conocido a tu “yo real” solo una imitación”. De esta manera, esa persona jamás ha bailado y en la vida ha conocido realmente a esa persona en ese momento de ebriedad, está forzado a “transformarse” para cumplir sus objetivos.
Muchos hablan de las drogas duras, drogas blandas... las drogas son drogas. De hecho la droga más peligrosa del mundo es la más socializada, el alcohol (por ejemplo). Es increíble la presión social que he aguantado para negarme a mi derecho de no consumir. Todos los días, o casi todos, en los que salgo me intentan convencer de que el alcohol no es nocivo, que está bien para divertirse una noche sin abusar. A lo que les digo: “ya me estoy divirtiendo, no lo necesito”, aun así insisten hasta la saciedad (unos más que otros). Yo respeto que ellos quieran meterse lo que quieran, es su cuerpo, ¿por que ellos no pueden pensar igual?¿A caso yo les digo que no consuman?
En conclusión la droga es una prisión para la mente, que trata de simular la liberación de la misma.